En un intento por detener la propagación del coronavirus, casi todas las escuelas y universidades han cancelado sus clases presenciales durante los últimos meses. De esta manera, el aprendizaje online o eLearning ha aumentado su uso de forma histórica.

No en vano, un número sin precedentes de profesores han tenido que adaptarse a un formato de enseñanza completamente nuevo para el que tienen muy poca o ninguna formación previa. Para ayudar a los recién llegados a adaptarse mejor al mundo del eLearning, en EdTick tenemos un conjunto de consejos calve para educadores sobre cómo enfrentarse a este nuevo escenario educativo. ¡Esperamos que los encuentres útiles!

1. Moverse a una plataforma de videoconferencia

La forma más básica de conectarse con los alumnos es pasar a una plataforma de videoconferencia. Está claro que una clase presencial no puede ser reemplazada por una cámara web; de hecho, tanto los alumnos como los profesores no se comportan de la misma manera cuando interctúan en persona o cuando se comunican a través de una pantalla. Sin embargo, aunque las lecciones virtuales pueden no ser la misma experiencia que las físicas, es claramente mejor que nada. Por lo tanto, es vital no detenerse con el proceso de aprendizaje y que los estudiantes prefieran tener una lección virtual que no tener ninguna clase.

Hoy en día, los profesores tienen una amplia variedad de proveedores de conferencias web para elegir, como Zoom, Skype o Microsoft Teams entre otras muchas opciones.

2. Hacerlo más breve

Si ya es difícil mantener la atención de los estudiantes de educación primaria, secundaria y universidades cara a cara, es aún más difícil hacerlo en línea. Los profesores deben adoptar el entorno en línea con comunicaciones orientadas a una mayor brevedad y compactas en cuanto a la materia presentada.

De hecho, es más fácil para los profesores organizar lecciones más breves en línea: en primer lugar, como están solos frente a su computadora, podría ser más fácil para ellos concentrarse, ya que su enfoque está únicamente orientado a grabar la lección, y pueden borrar partes innecesarias del video editándolo, por ejemplo, si te quedas en blanco o se tomas un breve descanso.

En el caso de impartir las lecciones en direto, si separan las clases en pequeñas secciones, conseguirán mantener la atención del alumnado.

3. Grabar las sesiones en línea para los estudiantes que no pueden unirse en vivo

Al aprender online y especialmente por primera vez (el caso de muchas personas con la pandemia de COVID-19), es muy importante darles a los alumnos la oportunidad de adaptarse. Por esa razón, se aconseja que los profesores graben y carguen sus clases a las plataformas LMS o VLE, para que los estudiantes tengan la oportunidad de ver el video cuando les resulte conveniente. La nueva realidad hace que, no todos los estudiantes tengan la capacidad de asistir a lecciones no presenciales y no deseamos dejar a ningún estudiante fuera del curso, máxime cuando las tecnologías de la educación (EdTech) ofrecen una solución a ese problema.

Se recomienda que una vez finalizada la clase online, los profesores la suban a la plataforma LMS o VLE para que cualquier alumno pueda acceder a ella. En lugar de subir un archivo gigantesco a plataformas pensadas para carga y descarga de grandes ficheros, como pueda ser Dropbox o similar, puedes almacenar el video mediante una plataforma que como YouTube, y compartir el enlace para verlo o usar un servicio que logre transmitir desde la nube. Con ello evitaríamos problemas de descarga, la potencial propagación de software malicioso, el alto consumo de megas de internet por parte de los estudiantes y simplificaríamos el proceso de visionado de lecciones online.

4. Recordar que la iluminación y el contacto visual virtual son activos clave

Cuando estés frente a un grupo de estudiantes a través de un video en vivo o que se retransmitirá en diferido, es importante verificar que la luz es la adecuada y evitar sombras o exceso de luz. La imagen tiene que ser lo más natural posible para evitar distracciones por parte del alumnado.

Los profesores también deben comprobar que su micrófono funciona correctamente; No hay nada peor que grabar una lección completa y luego darse cuenta de que los estudiantes no pueden escuchar nada porque el micrófono está silenciado o el volumen es excesivamente bajo.

5. Utilizar encuestas para motivar y fomentar la participación de los estudiantes

Hay excelentes herramientas online para crear preguntas tipo encuesta de opción múltiple para la clase. Además, los profesores pueden pedir a los estudiantes que respondan a un mensaje en el chat que ofrecen la mayoría de las plataformas de videoconferencia. Los expertos sugieren incluir al menos 3 encuestas o formas similares de interacción durante cada lección para mantener a los estudiantes atentos y hacerlos interactuar con el profesor y entre ellos. Todo ello con el propósito de mantener su interés y atención, además de dar dinamismo a las clases.

6. Ser comprensivo y paciente

Los educadores deben entender que todos y cada uno de los estudiantes están pasando por una situación diferente durante esta pandemia global: algunos de ellos pueden tener familiares que cuidar, pueden tener otras tareas que hacer, probablemente estén preocupados por su futuro, sus finanzas podrían no ser buenas... Los educadores deben considerar que probablemente los académicos no sean su principal preocupación en este momento.

Los estudiantes pueden usar las clases en línea como un escape de su día a día, por lo que ahora más que nunca, los docentes deben mostrar compasión y amabilidad, además de ser más flexibles. Ya que las clases virtuales pueden percibirse como frías y aisladas, los tutores que muestren afecto a sus alumnos seguramente tendrán un efecto asombrosamente positivo en ellos. Además, los profesores deberían ser más flexibles con las asignaciones de tareas o proyecto: no todo el mundo tiene el tiempo o los recursos para realizarlas.

7. Evitar la confusión

Las tareas y proyectos a realizar, probablemente tomarán más tiempo de lo habitual debido al estrés y la presión y otros aspectos ambientales para el estudiante. Por eso, es vital que los profesores no impongan tareas o exámenes sorpresa y, en cambio, sean realmente detallados y específicos con las tareas y proyectos que asignan. Los alumnos deben saber claramente lo que se les pide que logren para obtener la calificación que buscan y conseguir los objetivos curriculares deseados.

8. Solicitar comentarios de retroalimentación

A pesar de que los profesores o maestros hacen todo lo posible cuando dan una clase, esta casi siempre se puede mejorar. Los estudiantes son propensos a detectar problemas que el docente podría no notar. Por esa razón, los estudiantes deberían poder dar su opinión sincera sobre el trabajo de los profesores; esto debe verse como una oportunidad constructiva para mejorar las clases, no para molestar o intimidar al maestro. La retroalimentación o feedback se puede realizar tanto de forma individual como grupal, pero también de forma anónima.

En caso de que seas un profesor que busca ayuda para mejorar sus clases online, te recomendamos que sigas los consejos mencionados anteriormente. Pasar de las clases presenciales al aprendizaje en línea no es una tarea fácil, especialmente en un período de tiempo tan corto, pero seguir esos consejos definitivamente harán que el proceso sea más fluido para los docentes y los estudiantes. Al fin y al cabo, todo reto trae consigo nuevas oportunidades que si son explotadas con creatividad pueden terminar mejorando la experiencia de aprendizaje y enseñanza.

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